Hoy en día no imaginamos una sanidad sin vacunas. Sus beneficios para la sociedad son tan plausibles que resulta difícil creer que haya colectivos que rechacen su uso. Pero ¿por qué se está generando este movimiento reactivo? ¿Qué sabemos realmente sobre estos grupos antivacunas?
A pesar de los avances sanitarios, no estamos exentos de contraer enfermedades inusuales o de sufrir pandemias. La única barrera que tenemos para protegernos de ellas e incluso eliminarlas por completo son las vacunas. La Organización Mundial de la Salud ya alertaba del reto que supone erradicar ciertas enfermedades como el sarampión a causa de la propaganda de grupos antivacunas. Y es que la inmunización está siendo víctima de su propio éxito.
¿Cómo son los antivacunas?
Son grupos de personas, normalmente con poder socioeconómico alto, que por desinformación deciden, sin atender a razones científicas, dejar de vacunar a sus hijos exponiéndolos a una situación de desprotección y vulnerabilidad ante enfermedades prevenibles. Entre sus adeptos encontramos a personalidades de Hollywood e incluso a presidentes como Donald Trump.
¿Por qué surgen?
Por un cóctel perfecto de desinformación y olvido. La vacunación lleva tanto tiempo entre nosotros que a medida que avanza el tiempo nos olvidamos de las enfermedades que logramos superar gracias a ellas. Y es a partir de este olvido cuando se empieza a magnificar cualquier efecto adverso que surge de la vacunación, según informaba el microbiólogo Adolfo García-Sastre.
¿En qué se basan?
Varios son los argumentos en los que se refugian estos colectivos:
- La falsa creencia de que ya no existen las enfermedades contra las que se vacunan.
- La inmunización que creen que van a conseguir los niños de forma natural sin necesidad de recibir vacunas.
- O por motivos religiosos o ideológicos de que no se debe intervenir en la acción de la naturaleza.
¿En qué se equivocan?
La primera equivocación viene a raíz de esa falsa creencia de que “ya no existen estas enfermedades”, ya que si hay un motivo por el que ya no es usual toparse con enfermedades que antes se cobraban la vida de poblaciones enteras, es por el mero hecho de que se desarrollaran las vacunas. A nivel mundial, la vacunación evita más de 6 millones de muertes al año. Sin ella, la humanidad quedaría indefensa ante los virus y enfermedades que todavía existen. De hecho, incluso podrían llegar a resucitar enfermedades que se consideran ya controladas.
Así que por mucha moda naturalista o por volver a costumbres prehistóricas, como sucede con la dieta paleo, antes de tomar la iniciativa con cuestiones de las que dependa la vida de otras personas, mejor consultar a un médico.
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