Uno de los indicadores más relevantes a la hora de medir el desarrollo en el ámbito de la sanidad es la esperanza de vida. Cada vez vivimos más y mejor. De hecho, España es uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo, junto a Japón, Corea del Norte, Suiza y Francia.
Vivir más años y de mejor calidad es positivo, pero también presenta grandes retos en la sociedad. El punto está en la media de edad de la población, pues los cálculos nos revelan que, hacia el año 2050, 15 millones de españoles serán mayores de 65 años. Así, España sería, a mediados de siglo, uno de los países más envejecidos del mundo, solo superado por Japón.
Hoy en día, uno de los mayores avances médicos es la vacunación. El desarrollo de campañas de vacunación nos permite controlar enfermedades que, en siglos pasados, abatieron en masa a la sociedad. Aunque las epidemias persisten, los avances en salud pública ayudan a reducir las consecuencias negativas en la sociedad.
El diagnóstico médico y el tratamiento de enfermedades complejas también cuentan con papeles fundamentales en este progreso. La aplicación de la tecnología en la medicina nos ha permitido aumentar la eficacia del diagnóstico, mientras que la investigación ha aumentado las opciones terapéuticas. Si bien es cierto que todavía no se ha conseguido encontrar una cura para todas las enfermedades, el ritmo de progreso nos dice que estamos en el camino para conseguirlo.
En un futuro no muy lejano tendremos que enfrentarnos a nuevos retos que surgirán del propio envejecimiento, del crecimiento de la población y de la exposición a factores ambientales.
No hay comentarios aún.