Un fisioterapeuta puede llegar a ver casos muy variados en su consulta: contracturas musculares, fisuras o fracturas, dolencias articulares, reuma, esguinces, artrosis, artritis, enfermedades del sistema nervioso e incluso atención pre y postparto.
Aunque las posibles complicaciones en el puesto de trabajo de los fisioterapeutas están muy limitadas, existen riesgos que pueden afectar negativamente a estos profesionales. En este artículo vamos a hacer un repaso de los principales inconvenientes que pueden producirse en una consulta de fisioterapia.
Posibles riesgos que pueden sufrir los fisioterapeutas en sus consultas
Los riesgos más habituales a los que están expuestas los profesionales que realizan trabajo de fisioterapia están relacionados con la ergonomía del puesto de trabajo y la organización, aunque también hay que destacar los problemas relacionados con los campos electromagnéticos.
Podemos dividir cuáles son los riesgos más frecuentes entre los fisioterapeutas en las siguientes categorías:
- Físicos: entre los riesgos físicos, los más habituales están relacionados con el aparato musculoesquelético, concretamente los que afectan a la columna vertebral y a las extremidades superiores.
- Espacios: la aparición de la mayoría de lesiones físicas, está relacionada con los diseños inadecuados del espacio de trabajo. La falta de ayudas mecánicas y equipos de soporte, o el deterioro de los mismos, son los desencadenantes más habituales de este tipo de problemas.
- Materiales: los equipos de trabajo que se utilizan en fisioterapia y el uso de determinados equipos electromédicos, como los aparatos de infrarrojos, microondas y láser, emiten radiaciones no ionizantes. Los efectos más habituales de estas radiaciones son lesiones oculares y dérmicas, quemaduras, hemorragias, cefaleas y mareos, cuya severidad varía según el grado de exposición y las características de la emisión.
- Biológicos: este concepto hace referencia a infecciones víricas o bacterianas que pueden entrar al cuerpo por distintas vías digestiva, respiratoria, contacto dérmico o por vía parenteral.
- Laborales: situaciones como la escasez de personal, el trato con algunos usuarios problemáticos, el contacto directo con la enfermedad, el dolor y la muerte, la ausencia de especificidad de funciones con la consiguiente ambigüedad en el rol, la falta de autonomía para poder tomar decisiones, los elevados ritmos de trabajo, la mala distribución de descansos, etc., pueden traducirse en un desgaste físico, emocional y conductual del fisioterapeuta.
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