El calor, las comidas fuera de casa o la falta de higiene pueden dar lugar a una intoxicación alimentaria. El verano es época de disfrute pero también es la temporada donde se producen más casos de problemas gástricos. Te damos unos consejos para evitar las intoxicaciones:
1) Lavar los alimentos. Nunca viene de más recordar que las frutas y verduras, aunque vayan a ser cocinadas, deben ser lavadas bajo el grifo previamente e incluso, es recomendable dejarlas en remojo un buen rato para eliminar posibles restos de tierra y otros residuos. En el supermercado se pueden encontrar productos específicos para la desinfección de productos frescos pero se recomienda consultar sus características antes de ser aplicados.
2) Huevos crudos, mejor evitarlos. El huevo debe ser consumido una vez que se haya cocinado, sobre todo en verano por la proliferación de bacterias como la Salmonella. Lo más recomendable es adquirir la mayonesa, salsa ali oli y otros productos elaborados a partir de huevo crudo envasados previamente. Otra opción muy válida es sustituir el huevo por leche entera o huevina, un derivado del huevo empleado habitualmente en las cocinas de los restaurantes. Además, la Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria recomienda consumir siempre los huevos dentro de la fecha recomendada de caducidad y nunca exceder este plazo.
3) Mantener la temperatura. Es aconsejable guardar en el frigorífico todos aquellos alimentos que necesiten conservación en frío como las carnes, pescado o lácteos pero además, en verano, es recomendable guardar huevos, postres o verduras siempre en la nevera. Por supuesto, una vez que los alimentos hayan sido descongelados tendrán que ser consumidos y nunca deben volver a congelarse. Cuidado también con los tuppers y fiambreras, la comida deberá siempre transportarse en frío para evitar su deterioro. En estos casos es mejor optar por recipientes de vidrio y evitar el plástico ya que no modifica el sabor de la comida.
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