Tras la toma de posesión a finales de mayo, el inicio del verano se traduce para los MIR en el pistoletazo de salida a su primer año de residencia. Toca seguir aprendiendo, poner en práctica los conocimientos y enfrentarse a pacientes reales.
Esto en muchas ocasiones es motivo de inseguridades, dudas, y desconocimiento de lo que debe o no hacer un residente. Es por esto por lo que vamos a recopilar algunos de temas que debes tener en cuenta:
- Siempre debes estar supervisado por residentes más experimentados o adjuntos, pero sin sentir que eres un estudiante al que no le dejan hacer nada.
- Pregunta cuando dudes. En pocos meses pasarás de sentirte inseguro a adquirir confianza en tu trabajo poco a poco, así que no temas en preguntar cualquier duda aunque te parezca una obviedad. Las dudas e inseguridades te acompañarán toda la vida, es lo que nos hace ser prudentes.
- Busca apoyo en el equipo. Tendrás momentos muy duros, procura apoyarte en tus compañeros de todas las ramas, enfermeras, celadores… El hospital es un gran equipo y tú formarás parte de ese gran todo.
Mantén siempre una buena actitud con los pacientes, da las explicaciones convenientes, siempre con paciencia y predisposición.
No dejes de mantenerte actualizado en lo académico, la residencia es el lugar perfecto para asistir a charlas formativas, cursos, seminarios… No dejes escapar ninguna oportunidad que te pueda ofrecer tu hospital.
El sufrimiento de los pacientes es uno de los miedos más recurrentes y de lo poco para lo que no te preparan en los libros, comenzarás a tratar casos difíciles, pero eso no puede hacer que mientas a tus pacientes, perder su confianza es algo que no te puedes permitir.
Y por último en la medida de los posible, no dejes de hacer planes por sentirte cansado, esto puede acabar en un bucle en el que sólo vivas para el hospital. Si tienes en cuenta todos estos puntos e intentas llevarlos a cabo, disfrutarás mucho más del camino.
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