Superalimentos que no sabías que lo eran 

Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, los superalimentos no tienen una definición de carácter científico, pero que gracias a su alto grado de nutrientes, vitaminas y minerales, con gran poder antioxidante y grasas saludables han conseguido esta etiqueta. Los superalimentos cuidan de nuestra salud y nos proporcionan un extra de energía para esos días en los que más atareados estamos. 

A nuestro país han llegado grandes cantidades de estos alimentos que se han puesto de moda con rapidez como la quinoa, el aguacate o el camu camu. Pero lo cierto es que muchos otros ya formaban parte de la alimentación de nuestras abuelas. A continuación, te mostramos una lista de 6 superalimentos siempre presentes en tus comidas pero que no sabías que lo eran. 

6 superalimentos clave en la dieta mediterránea.

• Ajo. Contiene un aporte equilibrado de micronutrientes junto con compuestos azufrados y otras sustancias químicas que le otorgan propiedades medicinales como prevenir el resfriado y la reducción del colesterol.

• Aceite de oliva. Ayuda a regular los niveles de colesterol y previene enfermedades cardiovasculares gracias  sus grasas monoinsaturadas y compuestos antioxidantes. 

• Apio. De origen mediterráneo, contiene gran cantidad de vitaminas como la A, B1, B2, B6, B9, C y E. Rico en minerales como zinc, potasio y calcio, así como un alto contenido en fibra. 

• Garbanzos. Una ingrediente base en muchas comidas españolas. Protegen la salud cardiovascular y son reconstituyentes ya que proporcionan energía de liberación lenta. 

• Zanahoria. Rica en betacaroteno, un pigmento naranja que se convierte en vitamina A, esencial para la buena forma de los huesos, la piel y la vista. 
• Plátano. Rico en carbohidratos fáciles de asimilar, ayuda a reducir el colesterol y protege el corazón. Además contribuye a equilibrar el sistema nervioso. 

Aunque sea alimentos cargados de nutrientes y minerales, no se les debe atribuir ninguna cualidad milagrosa. Los superalimentos, no son capaces de curar enfermedades graves o protegernos de ellas como si fueran escudos mágicos. Desde A.M.A. te recomendamos que si experimentas alguna dolencia acudas a tu médico o farmacéutico de confianza. Incluirlos en nuestra dieta es siempre recomendable así como llevar una vida sana y equilibrada, pero no podemos dejar nuestra salud en sus manos.