Después de 52 años sin alertas de brotes, el Monkeypox (MPX) ha vuelto a hacerse visible. Más conocida como La viruela del mono, ha irrumpido recientemente en España y el número de casos no deja de crecer.
Según los datos del Centro Nacional de Microbiología, este martes 6 de junio se notificaron 198 casos confirmados en España. A día 10 de junio, el país supera los 220 casos. Aunque suene alarmante teniendo en cuenta la situación de la que venimos, los expertos descartan el comienzo de otra pandemia.
Aunque menos graves, sus síntomas son similares a los de la viruela tradicional: fiebre, dolor de cabeza y muscular, escalofríos, agotamiento, inflamación en los ganglios linfáticos y erupciones en la piel.
Lo más adecuado para las personas contagiadas es evitar el contacto con otras personas hasta que las pústulas se sequen y caigan las costras, momento a partir del cual no se transmite el virus. Al tratarse de una enfermedad que se transmite de animales a humanos, también es conveniente aislar a las mascotas mamíferas, para evitar así que la transmisión entre animales alcance a la fauna silvestre. Según el ECDC (Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades), este último caso podría derivar en una situación endémica en Europa.
A pesar de todos estos datos, los expertos insisten en que la población no se alarme, pues es un virus ya conocido y no cuenta con la capacidad de infección masiva que caracterizaba a la COVID-19.
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