“Han suplantado mi identidad en Internet, han subido una fotografía sin mi autorización, alguien ha realizado un comentario inapropiado sobre mi actividad profesional…” ¿Cuántas veces hemos escuchado estas frases? ¿O incluso hemos sido nosotros mismos las víctimas?
Actualmente guardamos casi toda nuestra información profesional y personal en “la nube”, ese almacén masivo de datos en servidores ajenos que tiene como principal objetivo el acceso inmediato a nuestros documentos: estemos donde estemos y desde el dispositivo que tengamos más a mano.
Sin embargo, esta revolución -conocida bajo el nombre de cloud computing– no trae solo ventajas, ya que al mismo tiempo que nos aporta estas facilidades, nos vuelve más vulnerables al encontrarnos expuestos ante un mayor número de posibles ataques cibernéticos ¿Cómo podemos protegernos?
Realmente no existe una fórmula mágica que permita estar protegidos al 100%, aunque podemos adoptar algunas medidas y costumbres básicas para que el riesgo se minimice y ponérselo complicado a los piratas.
Actualiza tu sistema de protección
Esas actualizaciones que tanto nos molestan cuando aparecen en nuestras pantallas y que a veces requieren tiempo son en realidad fundamentales, ya que corrigen agujeros de seguridad y nos mantienen libres de riesgos.
Usa contraseñas fuertes
Una contraseña segura sigue dos reglas fundamentales:
- Olvídate de fechas de nacimiento, nombres y apodos tuyos y de tus seres queridos. Estos datos son fáciles de conseguir incluso por el hacker menos experto.
- No uses la misma contraseña para más de una cuenta. El motivo es muy sencillo: una vez descubierta una, tendrán acceso a toda nuestra información online.
¡Ojo a los perfiles falsos!
Comprueba siempre la autenticidad de enlaces y perfiles, si no quieres caer en lo que se define técnicamente como phishing, en el que el cibercriminal se hace pasar por una persona o empresa de confianza (normalmente por correo electrónico) con el objetivo de sacar datos confidenciales.
No proporciones datos personales
Intenta no dejar huellas en la red a no ser que estés seguro de que el sitio en el que estás navegando está protegido. Ten siempre en cuenta que ningún espacio online es completamente seguro.
No descargues contenido ilegal
¡Si no quieres ser atacado, no te acerques al peligro! Es muy común colocar en los contenidos piratas programas maliciosos en el sistema y así poder realizar un ataque.
Asegúrate de hacer una copia de toda la información
Tener una copia en un lugar ajeno de ataques es una forma inteligente y sencilla de no perder datos e informaciones importantes. Si eres prudente, nunca te equivocarás.
Denuncia a las autoridades
Para ser un buen ciudadano en el mundo 2.0 es importante vigilar el funcionamiento de la red. Si queremos un Internet limpio, nuestro sentido cívico tiene que extenderse también a la realidad online.
Déjate ayudar por los expertos
A veces tenemos que reconocer nuestros límites y confiar en la experiencia y sabiduría de profesionales. Contar con un servicio de Protección de Vida Digital y de Asistencia Informática, por ejemplo, te ofrece una garantía de seguridad online para que puedas desarrollar tu actividad en la web sabiendo que cuentas con protección experta las 24 horas del día.
Defenderte de ataques y salvaguardar tu imagen y reputación no es algo que se deba tomar a la ligera, por eso ahora también existen servicios de protección de vida digital y Responsabilidad Civil Profesional que llevan a cabo aquellas acciones que forman parte del proceso de prevención y que se hacen siempre más cuesta arriba, como las copias de seguridad, la revisión y puesta a punto de los dispositivos e incluso la recuperación de datos extraviados.
¡Ya no hay excusa para no estar protegido en la web!
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